Cuando ingresé al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) lo hice con patriotismo, como un soldado disciplinado sujeto a cumplir sus normas y estatutos, y estaré donde lo requieran las bases, por eso no hablo de aspiraciones políticas, que sí las tengo, pero que ahora no es momento político para ello.
Después de las elecciones parlamentarias del pasado 26 de septiembre, en el PSUV se está viviendo un proceso de revisión y de relanzamiento de los objetivos y propósitos de la revolución bolivariana, y los que estamos en funciones de gobierno, debemos ejercer la actividad pública con estoicismo y hacer un ejercicio serio de la política.
El dirigente público y social debe ser un ejemplo en el ejercicio del cumplimiento del deber y ayudar a otros a mantener esta norma, por eso es que estos momentos de crisis conllevan a conductas extraordinarias porque sacan a relucir la gran capacidad creadora de los pueblos. Yo confío en la madurez política que ha asumido el venezolano.
Las normativas del PSUV se deben cumplir. El PSUV tiene sus instancias y mecanismos, y cada quien debe asumir por separado lo que debe ser su conducta. Estos momentos son tiempos de revisión para mejorar y continuar con este proceso que lidera nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez. Sin embargo hay unos que alientan las mezquindades y le hacen un flaco servicio a la revolución. Se comportan como de la quinta columna y ejercen más oposición que oposición, valga la redundancia.
Hago un llamado a la dirigencia del PSUV, al buró político, a los voceros y voceras, en el sentido de que se revisen en cuanto al manejo de sus conductas ante la opinión pública, es decir, los medios de comunicación social.
Hay unos que se prestan, con conductas impropias, a fortalecer la campaña mediática que tiene la oposición, en hacerle el juego a la contrarevolución. Las manos imperialistas no se quedan tranquilas y llegan a veces al corazón de algunos, a través del dinero, con el objeto de soslayar las bases del partido más importante de Venezuela como es el PSUV.
La posición que han asumido algunos dirigentes del PSUV es analizable porque están asumiendo la tarea de la oposición y se han dejado infiltrar por el capitalismo, pidiendo incluso el revocatorio al Gobernador del Estado, Enrique Maestre.
